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Mediación Familiar

Resolviendo conflictos, construyendo vínculos.

Los conflictos en las familias son inevitables pero pueden ser una oportunidad para crecer. La Mediación Familiar se centra en facilitar la comunicación en un espacio neutral, permitiendo decisiones constructivas y evitando la coerción en la resolución de conflictos familiares, ya sea entre parejas, padres e hijos, hermanos o con personas mayores.

En las familias se han de afrontar situaciones difíciles, que pueden provocar malestar entre sus miembros si no se  resuelven adecuadamente, y que pueden derivar en conflictos.
Estos conflictos son parte de las relaciones familiares y  forman parte inevitable de la convivencia, e imaginar una familia en la que no existan conflictos no es posible ni deseable, puesto que los conflictos bien gestionados permiten crecer y desarrollar nuevas y mejores maneras de relacionarse entre los miembros de la familia.

Uno de los objetivos de la Mediación es el de facilitar la comunicación entre las partes, creando un espacio neutro, alejado de aquellas situaciones cotidianas donde el conflicto se manifiesta. Un espacio en el que se pueda favorecer la confianza y la toma de decisiones de un modo constructivo, y donde las partes no se sientan coaccionadas ni obligadas a estar en contra de su voluntad.
Cuando hablamos de Mediación Familiar pensamos en la mediación enfocada a la ruptura de la pareja, pero la mediación familiar puede abarcar cualquier conflicto surgido en el seno de la familia, ya sea este entre padres e hijos, hermanos o en conflictos familiares  con personas mayores.

Mediación en la ruptura de pareja

La mediación en la ruptura de pareja en un proceso a través del cual dos personas resuelven sus conflictos con la ayuda de un mediador, que actúa y asume una postura neutra e imparcial. El mediador se encarga de canalizar el diálogo, analizar las necesidades de cada persona, para que las partes puedan crear alternativas de solución y lograr que lleguen a un acuerdo, sin olvidar que el control sobre las soluciones es exclusivo de las partes. Para ello, tendrá que minimizar las diferencias y maximizar los puntos en común.

La mediación familiar da prioridad a la consecución de acuerdos que sean satisfactorios para todos los miembros de la familia. Es un proceso que consigue resolver las discrepancias presentes para alcanzar una relación equilibrada y pacífica en el futuro. Nadie conoce mejor su familia que los miembros de la misma, por lo que las soluciones serán aquellas que las partes propongan y sean consensuadas en común.

El papel del mediador familiar es clave en el proceso ya que, aunque no influye en las partes para la toma de decisiones ni propone alternativas, posibilita el restablecimiento de la comunicación entre ambas partes.

En un proceso de divorcio o separación familiar, la mediación es una herramienta muy eficaz ya que:

  • Reduce el tiempo de resolución del conflicto, evitando la vía judicial, y minora los costes económicos.
  • Disminuye la carga emocional que pueden provocar los conflictos irresueltos o los que se resuelven en la vía judicial, más aún si la pareja tiene hijos.
  • Restaura la comunicación, posibilitando un acuerdo satisfactorio para ambas partes.
  • Los compromisos adquiridos por ambas partes son cumplidos, ya que estos fueron tomados de común acuerdo, no fueron impuestos por un tercero como ocurre cuando la decisión la toma un Juez.

Aproximadamente un 80% de las parejas que se someten a la mediación familiar valoran positivamente el proceso y se sienten satisfechas con el acuerdo alcanzado.

¿Cómo se desarrolla la mediación familiar?

La primera sesión se centra en explicar el proceso de mediación y el papel del mediador y, en su caso, se desarrollará una sesión exploratoria para conocer los aspectos de las discrepancias.

Una vez que se establecen los principios que rigen el proceso, comienza la mediación. A partir de este momento se tratan los temas que más preocupan a las partes y en los que no logran ponerse de acuerdo.

Los asuntos a tratar en un divorcio o separación familiar son aquellos que hacen referencia a la custodia de los hijos, la forma de abordar las responsabilidades parentales o la distribución de los bienes comunes. Padre y madre conocen a sus hijos y nadie mejor que vosotros para decidir sobre todas las necesidades que tienen los menores.

A pesar de que los temas a tratar son del todo privados y personales, es recomendable que las partes consulten las dudas legales que surjan con sus abogados. Aunque la presencia de los mismo no será imprescindible durante el proceso de mediación, si las partes así lo convinieran, podrán asistir a la sesión informativa y exploratoria.

Al finalizar la mediación se levantará Acta de acuerdo de mediación, que debe ser homologada ante el Juzgado tras la redacción del documento legal por parte de los abogados de ambas partes. La homologación dará plena validez jurídica al Acuerdo de Mediación, evitando el juicio contencioso.

La mediación familiar mejora la calidad de la respuesta judicial y el futuro de las personas, como separados o divorciados, que la llevan a cabo y, sobre todo, el de sus hijos… (Consejo General del Poder Judicial)

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